LA CULTURA Y EL COLEGIO DE ARQUITECTOS

Festín de la mañana. Manolo Millares

Tradicionalmente la Demarcación de Tenerife, La Gomera y El Hierro del Colegio de Arquitectos de Canarias, desde su nacimiento en 1972,  ha tenido una importante presencia cultural en la isla y en el archipiélago. La exposición de esculturas en la calle, organizada por el Colegio de Arquitectos, puso alto el listón de calidad de las actuaciones venideras, siendo el referente de toda la trayectoria cultural futura.

La Comisión de Cultura abarcó no solo ámbitos profesionales sino también artísticos, debates públicos de temas de actualidad etc. El colegio ha sido además, el lugar donde se han congregado y se han canalizado las inquietudes profesionales de las distintas generaciones, que, por disponer de un espacio y una institución que los respaldaban, lograron construir una imagen de participación y debate del colectivo profesional.

La profesión, en lo que respecta a la imagen cultural del colectivo, ha pasado por múltiples vicisitudes según los acontecimientos sociales, los criterios de las Juntas y el empuje de la Comisión o las vocalías de Culturas de cada momento.

Desde su origen se han creado los premios Oráa que luego pasaron a la organización regional,( desaparecida, sin presupuesto), la revista BASA (desaparecida), se lograron un conjunto de publicaciones, unas impulsadas desde la Demarcación y otras regionales, durante años se celebró la exposición de los alumnos de Bellas Artes, que por desgracia hemos perdido, la exposición de fotografía…. , etc.

Siempre el colegio en sus presupuestos incluyó una aportación más o menos significativa, unida en los últimos años a patrocinadores públicos o privados, porque se entendía que el departamento de cultura era una necesidad y que el prestigio de la institución dependía de esta imagen.

En los tiempos que corren y desde la incorporación de esta nueva junta, de la que formo parte, el nivel de ingresos del colegio se encuentra comprometido tras la caída del sector de la construcción de manera alarmante, al igual que las posibilidades de esponsorización, como efectos de la crisis en la que nos encontramos.

También percibimos que las continuas leyes y decretos que rondan sobre la profesión, indican la perdida en algunos casos, o el reparto de competencias profesionales, cuestiones que van a incidir en la forma de organizarnos y la necesidad de “defendernos” en el futuro.

Por desgracia, para el colectivo de esta Demarcación, la reducción de ingresos ha sido tan alarmante, que esta Junta, y la anterior, se ha visto en la necesidad de reducir el personal al servicio de los colegiados. En cuanto a Cultura, ha desaparecido el departamento como tal, al despedir a las dos personas que formaban parte de los servicios administrativos del Colegio. Este hecho, pone de manifiesto los intereses en los que nos movemos, porque al fin y al cabo también los arquitectos formamos parte de la sociedad, y a la hora de reducir, cultura, como en todas las instituciones, es la que sale mal parada. Esto que se pensaba que era imposible, que los arquitectos seguiríamos llevando la antorcha cultural de la profesión, parece que en el futuro esto no va a ser así; depende de nosotros su continuidad.

Ahora mismo tenemos varios problemas que se han generado por los recortes económicos. La biblioteca, creada desde la aparición del edificio con M. Hortensia Ramos Izquierdo, que entrego buena parte de su dedicación de Cultura a estos menesteres, y Ana Pérez Plasencia, que la siguió, dedicándose en los últimos años con exclusividad, se encuentra cerrada, lo mismo que el archivo histórico dependiente de ella.

Por otro lado, el departamento de Cultura, representado por M. Hortensia Ramos Izquierdo, Lola Davó y por último por Elena Real, ya no existe como tal. Como representante actual de Cultura tengo que decir, que valoro y reconozco la presencia y las continuas labores del día a día, que estas personas ofrecieron, creando una imagen de continuidad y calidad del servicio dentro y fuera de la casa, que dudo podremos recuperar. Desde este escrito quiero agradecer profundamente su presencia en este Colegio, por todo lo que han significado para los colegiados.

Pero ahora, lo que tenemos es lo que nos toca y se trata de mantener como se pueda la presencia cultural en la Demarcación pese a las presiones económicas e ideológicas que nos rodean.

¿Como hacer cultura sin presupuesto ni actividades en las que se perciban ingresos directos?

En lo que a mí respecta, como representante de la Vocalía de Cultura, esto solo será posible si se cuenta con la colaboración de arquitectos desinteresados que presten ayuda. Esto se que no es fácil y que requiere mucho esfuerzo, ganas y constancia. Aun así he tenido el apoyo de arquitectos, primero que nada de José Trujillo, Vocal de Comunicación, y de Miriam Fernández. También de los arquitectos artesanos, José Javier González y Raquel Domínguez-Mascaró García, Carlos Schwartz, que ha donado fotografías y participado en encuentros, el grupo de arquitectos relacionados con la escultura en la calle, etc.

Lo importante para mi es mantener el colegio como lugar de encuentro y participación colectiva, generar ilusión por la profesión, al menos. Si esto se pierde ya no habrá esperanza para cultura como organización colegial.

Un grupo de arquitectos se han prestado para dar charlas de forma desinteresada. Maribel Correa, Fernando Beautell, Iván Ballesteros, Elena García Pérez.

Ahora estamos organizando una serie de visitas profesionales a obras, la primera dedicada a parques públicos. Están en marcha dos conferencias del grupo de arquitectos artesanos.

Se encuentra prevista la culminación de la gestión de los documentales “Tenerife espacios de arquitectura” iniciados por la Junta anterior, a la espera de que la televisión canaria concrete definitivamente sus compromisos. También, iniciado por la Junta anterior, se encuentra el libro de la serie documentos de arquitectura, dedicado a Díaz Llanos y Saavedra, que se está gestionando para su finalización. Dentro del programa Septenio del la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, se ha obtenido recientemente una subvención, para la organización del proyecto presentado sobre los frentes costeros, que incluye grupos de trabajo, debates y colaboraciones con artistas, que estamos pendientes de concretar. Esta iniciativa ha sido posible por la colaboración de Pepe Aguilar.

Otros proyectos están todavía en ciernes y otros irán apareciendo según las oportunidades que se nos presenten.

Yo nunca pensé que asistiría a una amenaza de desaparición del departamento de Cultura, dentro del Colegio de Arquitectos de Canarias. En mi espíritu está que esto no ocurra pero sé que no solo depende de mí, sino también de la Junta, del empuje de los colegiados y de un poco de financiación, que posibilite la celebración de más actos y la continuidad del servicio desde la Institución.
Por María Nieves Febles, Vocal de Cultura de la Demarcación